[...] la Comuna Antinacionalista Zamorana fue un vago círculo de gente más bien joven que se congregaba, desde los últimos meses de 1969, en algunas tabernas de París en torno a Agustín García Calvo, catedrático de Latín destituido por el régimen franquista por su apoyo a la rebelión estudiantil madrileña de febrero de 1965; desde junio de 1969, vivía exilado en Francia. Venían de las tierras de España (más bien pocos de Zamora); algunos, fugitivos de la policía y las cárceles de la dictadura, tras haber tomado parte en las acciones de protesta de los ácratas de Madrid. Un año y medio había pasado desde el estallido de mayo de 1968; en Francia (como en otras partes) se vivía «la triste reintegración al Orden del bullicio estudiantil que había desconcertado al mundo los años antes, entre violencias desesperadas de las últimas bandas de trosco-maoístas y otros feligreses, y la más potente asimilación del pensamiento rebelde a la pedantería académica y filosofante». [...]
Del prólogo de Luis Andrés Bredlow