Ya a los pocos pasos de comenzar este viaje por Portugal que nos propone Jorge Valadas, a las pocas páginas, casi de inmediato, los habitantes de esta España «tan culta» nos quedamos perplejos al descubrir que apenas sabemos nada de nuestros compañeros de península.
Presentamos un libro duro pero necesario, no carente de sentido del humor ni de afiladas verdades: un texto no exento de la esperanza de construir un futuro que no sea el presente perpetuo de la mercancía.
Las páginas de La memoria y el fuego están escritas en la mejor tradición de la crítica radical, y conforman un libro que es a la vez un mapa mental que contiene la clave para el descubrimiento y el encuentro con esos grandes desconocidos que son los habitantes de Portugal, con quienes tenemos un porvenir más común del que muchas veces se quiere creer.
[…] Un siglo más tarde, la sociedad portuguesa se presenta de nuevo carente de energía e iniciativa colectivas, con la imaginación anestesiada por la alienación mercantil. Inepta para resistir las fuerzas destructivas del rodillo compresor europeo, con más razón se revela incapaz de pensar la utopía de un otro mundo.
En las siguientes páginas se invita al lector a otro viaje, un viaje que no hace tabla rasa del pasado. Después de demorarse en algunos pasajes desoladores de la evolución presente, sale de las autopistas de la modernidad neoliberal para penetrar en las veredas poco conocidas de la memoria de los vencidos, al encuentro de señales y vestigios de la utopía social enterrados por debajo del cemento y del crédito. […]