La ciudad en el ombligo
La ciudad en el ombligo
Logroño, diciembre 2004
Primera edición
ISBN 978-84-96044-55-5
150 págs., 12x17 cms.
Encuadernación: rústica con solapas
Venta y distribución exclusiva en pepitas.net
PVP: 11,00€
Precio web: 10,50€

La ciudad en el ombligo

Epílogo de Rafael Azcona

Los textos recogidos por ombligación en este volumen muestran el cortocircuito en que mora Bernardo Sánchez: un callejero de tiempos, lugares, películas y tipos locales.

En los textos de J.I. Foronda, un desombligado hecho de experiencias propias y memorias ajenas recorre los lugares de una ciudad que ya no existe, pero que se sigue llamando Logroño.

La ciudad en el ombligo es el plano de un tiempo y una ciudad, y un libro en el que dos voces se escuchan aunque se encuentren de espaldas.

La ciudad en el ombligo es el plano de un tiempo y una ciudad, y un libro en el que a dos ombligos que se encuentran se suma el ombligo trasterrado de Rafael Azcona.

El ombligo logroñés de Bernardo Sánchez está ovillado a una bobina de cine desde 1961. Es un ojo algo estrávico y como de buey, y se distrae con cualquier cosa: cine, teatro y hasta literatura, en la que, no obstante, se sabe más un ojo polizón. Los textos recogidos por ombligación en este volumen –once, que abarcan una década (1994-2004) varias publicaciones y un mismo Logroño– muestran el cortocircuito en que mora: un callejero de tiempos, locales, películas y tipos locales. La bobina de su ombligo repasa un programa variado: Del cinematógrafo al cinemascope (1991) y 100 años luz. El tiempo del cinematógrafo en La Rioja (1995), en los que habla de la vida doméstica provincial con el pretexto del cinema; Rafael Azcona. Otra vuelta en El cochecito (1991), álbum sobre la escritura y figura del guionista paisano, y el conjunto de relatos Sombras Saevedra (2001) que le publica José Luis Borau en El Imán. Al teatro ha dado las adaptaciones de El verdugo (2000), El precio de Miller (2003), La celosa de sí misma de Tirso (2003) e Historia de una vida de Margulies (2004), y El sillón de Sagasta (2003). Como el resto de los ombligos de su edad, el suyo lucha ya contra las adiposidades en general.

El ombligo de José Ignacio Foronda González se cerró en Logroño en 1961. A pesar de ello, lo ha ido anudando con libros de poesía como Tiempo de ocio (AMG, 1991), Las cigarras (Manifiesto, 1992), Porrón y cuenta nueva (AMG, 1995), Libro de familia (Hiperión, 2001) o Jaulas (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2004). En La ciudad en el ombligo, Foronda recopila artículos que fueron apareciendo en el periódico El péndulo del milenio y en el boletín El Hall. En estos textos, un personaje hecho de experiencias propias y memorias ajenas recorre las calles y los lugares de una ciudad que ya no existe, pero que se sigue llamando Logroño. Una ciudad por la que desfilan yonquis y poetas, cofrades y peluqueros, vecinos y fantasmas. Una ciudad que se esconde en iglesias sin aire y ahumados antros de futbolines, que se encuentra en un comercio y se pierde por las calles, que se muestra en urinarios públicos o por la ventana de una cocina que da a las calles del casco viejo. Una ciudad que no se ajusta a un plano sino a una cicatriz, cerrada por fuera pero abierta todavía en la memoria.

Quizás también te interesen...