«Me sentí totalmente abrumado y entusiasmado con este hermoso libro, uno de los más bonitos que he leído en muchos años».—Studs Terkel, National Public Radio.
«El sincero simbolismo de las sensacionales fotografías de Steve Pyke armoniza con el texto de Timothy O’Grady».—Mary Loudon, The Times
«Si las palabras cuentan la historia de los que no tienen voz, las encantadoras fotografías en blanco y negro que las acompañan muestran sus caras... La ficción en raras ocasiones se acerca tanto a la turbia y espléndida verdad como los recuerdos y las fotografías. Esta excepcional novela se atreve a utilizar los dos».—Charlotte Mendelson, Times Literary Supplement.
«Es un libro que rezuma pasión y belleza».—David Horspool, Daily Telegraph.
«Timothy O’Grady se resiste a la nostalgia (aunque la tiene) en esta excelente y profundamente conmovedora novela todo el humor y la intensidad de una vida real honradamente narrados, y con la carga emotiva que la mutabilidad otorga al pasado».—Lucy Hughes-Hallet, Sunday Times.
«Profundamente evocador, el gráfico texto y las crudamente hermosas fotografías en blanco y negro aúnan sentimientos e imágenes, como hacen los recuerdos».—Irish Post.
«No se trata de otro estudio irlandés sobre el exilio, sino de una obra maestra en la que O’Grady ha incorporado experiencias reales y las ha enhebrado en una exquisita narración».—Anne Simpson, Glasgow Herald.
«El texto es minimalista y melodioso, con un estilo que recuerda a Beckett».—Cole Moreton, Independent on Sunday.
«No ha habido muchos libros este año que se hayan escrito con semejante intensidad, profunda sensibilidad y mordaz orgullo».—Dan Jacobson, Sunday Telegraph.
«Lo que han hecho Pyke y O’Grady es leer nuestra imaginación».—Dermot Healy, Sunday Tribune.
Este inclasificable y hermoso libro narra la experiencia de los emigrantes irlandeses de la segunda mitad del siglo XX en Inglaterra. Un éxodo que nunca antes se había descrito con tanto lirismo como en esta novela. Evocadora tanto por sus palabras como por sus imágenes, cuenta la historia del viaje de un hombre del oeste de Irlanda a los campos, a las barracas de boxeo, a las obras de Inglaterra. Hasta que, después, a finales de siglo se encuentra solo, con sus recuerdos y se esfuerza por encontrar sentido a una vida de lejanía, pérdida y soledad.
Muy laureado, desde su aparición –como atestigua la película I Could Read The Sky, o la canción de Mark Knopfler Mighty Man, ambas basadas en el libro- esta es la primera vez que se edita en castellano, con traducción de Enrique Alda y prólogo de John Berger.
[…] Sabemos los platos en los que comeremos, los vasos en los que beberemos y los cuadros a los que miraremos en las paredes. Sabemos qué vista habrá a través de la ventana del dormitorio en una mañana despejada. Sabemos qué aspecto tendrá el espino blanco en mayo y las bayas de serbal en septiembre. Conocemos el olor y la luz y la caricia del aire. Cuando era joven no tenía ni futuro ni pasado. Después trabajé. Pavimenté carreteras, rompí cemento, excavé bajo viviendas y retiré barro. Conté paladas, conté patatas y conté ladrillos. Fue el tiempo en el que tuve un pasado. Era pesado como los bloques que lastran una barca. Sin pasado me habría hundido. Creía que tenía futuro también, pero no podía verlo. Estaba en las cosas que levantaba y acarreaba y en lo que me daban por hacerlo. Era un futuro que parpadeaba y se oscurecía cuando intentaba mirarlo. […]