La catástrofe no es el porvenir, es nuestro nuevo presente perpetuo. Y es mucho más profunda de lo que parece. Esto es una verdad evidente.
«La catástrofe histórica más profunda y más real, la que en última instancia determina la importancia de todas las demás, reside en la persistente ceguera de la inmensa mayoría, en la dimisión de toda voluntad de actuar sobre las causas de tantos sufrimientos, en la incapacidad de considerarlas siquiera lúcidamente. Esta apatía va a resquebrajarse, en el curso de los próximos años, de manera cada vez más violenta por el hundimiento de cualquier supervivencia garantizada. Y quienes la representan y la alimentan, cultivando un precario statu quo de ilusiones tranquilizantes, serán barridos. La emergencia se impondrá a todos y la dominación tendrá que hablar por lo menos tan alto y tan claro como los propios hechos. Con tanta mayor facilidad adoptará el tono terrorista que le conviene cuanto que estará justificada por realidades efectivamente aterradoras. Un hombre aquejado de gangrena no está en la mejor disposición para discutir las causas de su mal, ni para oponerse al autoritarismo de la amputación». Encyclopédie des Nuisances, n.0 13, julio de 1988
«Un inventario de la barbarie de esta sociedad industrial totalitaria en la cual vivimos».—Les Inrockuptibles
«Bodinat es el moralista de nuestro tiempo».—Le Nouvel Observateur
Definido en Francia como una "bomba filosófica", este libro es una crítica radical de la artificialización de nuestras vidas escrita con una prosa bella y sutil.
La vida en la tierra es una denuncia de la vida contemporánea high-tech, un inventario de la barbarie industrial de la sociedad en que vivimos. Definido como una «bomba filosófica», Bodinat nos muestra en una lengua elegante y sutil el poco porvenir que contienen los tiempos modernos.
«Cada mañana recobramos la conciencia en un mundo un poco más angosto y viciado que el día anterior: los horizontes se estrechan y sentimos que su confusión se cierra sobre nosotros; la bóveda del cielo está un poco más solidificada de óxido de carbono, de corredores aéreos, de ondas hertzianas. Cada mañana, al abrir la ventana nos encontramos con que el mundo sigue repleto de comercios gigantescos con sus parkings, de salidas de autopista, de bancos de datos, de residuos domésticos imputrescibles; un poco más abarrotado de cámaras de seguridad, de cajeros automáticos que nos tutean, de canales de televisión especializados, de fungicidas mutágenos, de metales pesados, de herpes, de cánceres de mama, de hemorragias intestinales; cada mañana resucitamos a un mundo manchado de fuel que se queda sin árboles y se reseca, en el que a la naturaleza decrépita y en ruinas se le extravían los tifones por las zonas templadas, en el que los vuelos chárter del turismo de masas hacen añicos el ozono de la estratosfera, en el que los arrastreros informatizados se disputan entre los plásticos y todas las mierdas flotantes del futuro moderno hecho realidad los últimos atunes rojos localizados vía satélite. Cada mañana nos despertamos en un mundo que la mayoría no ha conocido más que por estos días sin lejanías, sin espacio terrestre por delante y por muchos años y en el que nada hay inscrito todavía».
Baudouin de Bodinat es el nombre o el pseudónimo de un escritor francés que ha elegido el anonimato y de quien solo se sabe a través de sus obras. Además de La vida en la tierra, es autor de los libros Au fond de la couche gazeuse (2015) y En attendant la fin du monde (2018). Este es su primer libro que se publica en castellano.
«Kuessipan [es] un riachuelo que encierra la promesa de un río. […] No estamos ante el estudio sociológico de un extranjero lleno de compasión. Esta es una invitación a una fiesta desconocida: la del simple transcurso de la vida cotidiana».—Dany Laferrière
«Las imágenes en capas de Fontaine de la vida innu están llenas de profundidad humana, y también de lucha, orgullo, alegría y amor. […] Una historia de fortaleza y de esperanza, que están íntimamente entrelazadas».—Montreal Review of Books
«Una revolución de la literatura quebequense, o nórdica, o innu, poco importa. Por primera vez, una escritura indígena abandona el punto de vista de la cómoda eternidad de los antepasados para contar la existencia de una persona real, de una joven lentamente desgarrada entre las vidas posibles».—Louis Hamelin, Le Devoir.
«Un debut admirable. Hay luz en la historia a pesar del trágico destino de los personajes».—Lorraine Pintal, Radio-Canada.
«Pocas veces he leído un texto tan hermoso, inspirado, refinado, sentido, lleno de respeto y dignidad, sobre la vida cotidiana en una reserva de nativos americanos».—Danielle Laurin, El Devoir.
«Hay que leer Kuessipan. Una escritura de rara belleza sobre un tema magnífico».—Emile Cougut
Kuessipan: palabra innu que significa «a ti», «tu turno».
Naomi Fontaine (Uashat, Canadá, 1987) es una escritora canadiense perteneciente a la nación algoquina innu. Nacida en la reserva de Uashat, con siete años se trasladó junto a su madre a la ciudad de Quebec, donde terminó su formación, realizó estudios universitarios de creación literaria y vive actualmente junto a su hijo. Ha publicado dos novelas: Kuessipan, que tuvo un gran impacto, con una mención al Premio de los Cinco Continentes de la Francofonía, y Manikanetish, inspirada en sus alumnos adolescentes de la reserva de Uashat.
La narrativa permite detenerse en los mismos lugares, en los mismos destinos en que fueron apareciendo, como una ráfaga sobre el escenario, estos personajes. En el teatro las palabras no se detienen, las frases más que en el papel quedan en la tensión del aire.
Eusebio Calonge (Jerez de la Frontera, 1963). Dramaturgo de la compañía La Zaranda desde hace más de tres décadas —con la que ha representado sus obras en más de treinta países en cuatro continentes—, ha sido premiado por la crítica de Buenos Aires, Nueva York, El Cairo, Montevideo, La Habana, Madrid, Barcelona… También recibió el Premio Nacional de Teatro con su compañía en 2010. Ha impartido cursos, dictado conferencias tanto en Europa como en América y publicado teatro, ensayo, artículos periodísticos y narrativa.
Presentamos una nueva edición —traducida por Diego Luis Sanromán y revisada y corregida por el comité invisible— de uno de los textos de crítica social más importantes, afilados y atinados de nuestra época.
[...] Este libro está firmado con un nombre de colectivo imaginario. Sus redactores no son sus autores. Se han contentado con poner un poco de orden en los lugares comunes de la época, en lo que se murmura en las mesas de los bares, tras la puerta cerrada de los dormitorios. No han hecho más que fijar las verdades necesarias, esas cuya represión universal llena los hospitales psiquiátricos y llena las miradas de pena. Se han convertido en los escribas de la situación. El privilegio de las circunstancias radicales es que la precisión lleva en buena lógica a la revolución. Basta con decir lo que se tiene ante los ojos y no eludir la conclusión. [...]
La selección de textos que aquí presentamos persigue varios propósitos: puede servir de primera introducción a la lectura de las obras de García Calvo; también rescata una serie de escritos que, aunque publicados en su momento, son hoy casi inaccesibles al público lector; y en fin, tal vez lo más importante, acaso brinde algo de ayuda o aporte claridad a las nuevas generaciones de contestatarios y rebeldes, pues lo que estos textos mayormente abordan son las ambigüedades más insidiosas en las que el impulso de desobediencia al Poder a menudo se pierde y se desvía y, reconvertido en ideologí