«Psicogeografía: Estudio de los efectos precisos del medio geográfico, ordenado conscientemente o no, al actuar directamente sobre el comportamiento afectivo de los individuos». —Internacional Situacionista, «Definiciones»
En los años cincuenta del pasado siglo la Internacional Situacionista forjó su concepto de Psicogeografía. Según Guy Debord, uno de sus principales teóricos, esta debía entenderse como el «estudio de los efectos precisos del medio geográfico, ordenado conscientemente o no, al actuar directamente sobre el comportamiento afectivo de los individuos». Se trata por tanto de un método para estudiar las formas en que la ciudad influye en el estado anímico del individuo y viceversa, y que tiene en la deriva una de sus principales herramientas.
[...] Todas las ciudades son geológicas, y no se pueden dar tres pasos sin encontrar fantasmas, armados con todo el prestigio de sus leyendas. Avanzamos sobre un paisaje cerrado cuyos puntos de referencia nos arrastran una y otra vez hacia el pasado. Ciertos ángulos cambiantes, ciertas perspectivas fugitivas nos permiten vislumbrar concepciones originales del espacio, pero esta visión sigue siendo fragmentaria. Hay que buscar en los lugares mágicos de los cuentos folclóricos y en los escritos surrealistas: castillos, muros interminables, pequeños bares olvidados, cuevas de mamut, hielo de los casinos. [...]
[...] Entre los procedimientos situacionistas, la deriva se define como una técnica de paso ininterrumpido a través de ambientes diversos. El concepto de deriva está ligado indisolublemente al reconocimiento de efectos de naturaleza psicogeográfica y a la afirmación de un comportamiento lúdico-constructivo que la opone en todos los aspectos a las nociones clásicas de viaje y de paseo. Una o varias personas que se entregan a la deriva renuncian durante un tiempo más o menos largo a las motivaciones normales para desplazarse o actuar en sus relaciones, trabajos y entretenimientos con el fin de dejarse llevar por las solicitaciones del terreno y por los encuentros que le corresponden. La parte aleatoria es menos determinante de lo que se cree: desde el punto de vista de la deriva, existe en las ciudades un relieve psicogeográfico, con corrientes constantes, puntos fijos y remolinos que hacen difícil el acceso o la salida de ciertas zonas. [...]
«Esther enciende un fuego soberbio usando cáscaras de pipas, historias de pandilla adolescente, historias de pertenencia y huida que se construyen sobre el relato de un país. Cómo resplandece la hoguera. Gusta y duele. Permanecemos sentados alrededor, hipnotizados». —Sabina Urraca
Periferia industrial. Norte de España. Años noventa. Un grupo de amigos y un triángulo amoroso durante el último año antes de la universidad, antes de que todo cambie para siempre.
[...] Imagina una ciudad sin pasado. Una ciudad nueva, recién hecha, haciéndose. Una ciudad que solo piensa en futuro: solo es en futuro. La flecha del tiempo muy recta. La flecha de lo que deseas muy recta hacia el porvenir. [...]
Esther L. Calderón (Santander, 1981) es periodista y ha participado en varios libros de relatos cortos. Tras pasar por la Agencia efe y El Mundo y colaborar con varios medios, en la actualidad es editora de Uppers (Mediaset).
Pipas es su primera novela.
*
[Foto de Carlos Villarejo]
Este poema dramático (o monólogo poético) que ahora editamos, y que aún no ha sido llevado a escena en esta versión definitiva, está libremente inspirado en la vida y la obra de Leonora Carrington (Lancashire, Inglaterra, 1917 - Ciudad de México, 2011), prestando especial atención a los años europeos y a su estancia en España.
Alberto Conejero López (Vilches, Jaén, 1978) es dramaturgo y poeta. Licenciado en Dirección de Escena y Dramaturgia por la Real Escuela Superior de Arte Dramático y doctor por la Universidad Complutense de Madrid.
Memorias ahogadas es una inmersión en las vidas y las historias de quienes, en diversos lugares de España, tuvieron que dejar sus pueblos, tierras y hogares, sus quehaceres, raíces y formas de vida, también sus muertos, debido a la construcción de un embalse. Este libro trata sobre la búsqueda de la memoria, de todas esas memorias ahogadas, y de su reconstrucción a través de la palabra escrita.
M.ª Ángeles Fernández (1983) es periodista extremeña freelance y coordinadora de la revista Pikara Magazine, en la que trabaja desde 2016. Lleva veinte años escribiendo en diversos medios de comunicación, tanto generalistas como especializados. Sus líneas de trabajo principales, además del agua, son los extractivismos y la defensa del territorio.
Sus textos están disponibles en www.desplazados.org.
Jairo Marcos (Burgos, 1983). Sus campos de trabajo son la precariedad, la filosofía y el periodismo. «Hacedor de preguntas» freelance en el ámbito de esos tres horizontes vitales, colabora con diferentes medios y organizaciones, tanto españoles como extranjeros, periodísticos y académicos. Sus historias se han publicado en más de una veintena de países. Es autor y coautor de varios libros.
Sus textos están disponibles en www.desplazados.org.
El panfleto de Sexby es uno de los textos más famosos producidos por la revolución inglesa que tuvo lugar entre 1640 y 1660. Es, tras las obras de Maquiavelo, La Boétie y algunos otros, un clásico de la crítica de la dominación. Su originalidad radica, en primer lugar, en el hecho de estar explícitamente dirigido, al contrario que sus precedentes, contra un tirano con nombre y apellidos, al que se incita a dar muerte sin contemplaciones y por cualquier medio disponible. [...]
[de la presentación, atribuida a Guy Debord]
[...] Debemos, pues, considerar que el fin por el cual los hombres entran en sociedad no es meramente para vivir, algo que bien podrían hacer dispersos como otros animales, sino para vivir felizmente, y además para vivir una vida que responda a la dignidad y la excelencia que son propias de su especie. Fuera de la sociedad tal felicidad no puede alcanzarse, pues por separado somos impotentes y defectuosos, y tan incapaces de procurarnos las cosas necesarias u ornamentales como lo somos de defenderlas y mantenerlas una vez las hemos adquirido. Nos asociamos para remediar esos defectos, pues lo que no podemos mantener y gozar aisladamente, sí somos capaces de hacerlo juntos gracias a los beneficios compartidos y la ayuda mutua. [...]
Edward Sexby nació en 1616 en el condado de Suffolk (Inglaterra) y murió en Londres, en prisión, en 1658; se cree que se suicidó para ahorrarse su inminente ejecución, pues había sido condenado a la horca y a que su cuerpo fuera descuartizado.