Aitor Espie Sánchez (Irún, 1972) es padre, ilustrador y docente a partes desiguales. Tras licenciarse en Bellas Artes, dedicó algunos años a la pintura y al arte contemporáneo, lo que le llevó a participar en algunas exposiciones y concursos. En 2003 desarrolló, gracias a una beca, el proyecto artístico Geografías Utópicas. Después abandonó todo intento de hacerse un hueco en ese ámbito y se centró en la crianza de sus hijos, aunque siguió colaborando en diversas publicaciones.
«Pero nada de esto ha podido conmigo, / sigo siendo cebra; / antes blanca con rayas negras, / ahora negra / con rayas blancas».
Anari Alberdi (Azkoitia, 1970) es una cantautora vasca de dilatada carrera desde que debutó, en 1997, con disco con su nombre. A ese lanzamiento le ha seguido una extensa discografía, tanto en solitario como en colaboración con distintos artistas.
Durante su trayectoria ha alternado su carrera musical con la docencia literaria.
Todos sus trabajos han sido laureados por la crítica especializada, que la considera una de las voces más personales e importantes en la escena actual. Alaban su voz rota y suave, pero sobre todo, la poética que emana de los textos de las canciones.
Franca Rame (1929-2013) fue una actriz de teatro, escritora y política italiana. Estuvo casada con el dramaturgo italiano Dario Fo. Juntos fundaron en 1959 la compañía teatral Dario Fo-Franca Rame, y posteriormente —con el ánimo de realizar un teatro auténticamente popular, crítico, social y políticamente eficiente— el grupo teatral autogestionado Nuova Scena, que acabaría transformándose en el colectivo teatral La Comune.
Mucho más que un manual, una guía, una herramienta, este libro, que por fin ve la luz, es una historia de vida y pasión. Se cumple así la promesa hecha por los dos actores a todas aquellas personas que esperaban la continuación del Manual mínimo del actor, publicado en 1987.
«Una historia brutal como un disparo: ruidosa, rápida y mortal».—Manuel Jabois
«Como un puñetazo en el estómago o un beso en la boca, la escritura de Agustín Pery es directa, descarnada y rabiosamente atinada. Y, como en ambos casos, cuando se recibe, sorprende y noquea».—Rebeca Argudo
«Txalaparta es una novela de percusión; tiene un ritmo oscuro de bosque domesticado y la pulsión de quien usa la palabra para golpear sin cansancio la vida».—María José Solano
«Txalaparta y Moscas se quitan la palabra. Son independientes, pero verlas como parte de un mismo retablo las enriquece. A ambas las emparenta el ritmo, la rapidez, el bello espectáculo de lo violento, los diálogos picados… todas las virtudes de una navaja suiza reunidas en la voz de Agustín Pery».—Karina Sainz Borgo
«Pery escribe con la ametralladora de todos los talentos. Aquí ha logrado un monumento salvaje de una España a la que nadie se asoma, entre el terrorismo de emoción y el mural del miedo».—Ángel Antonio Herrera
«Pery conoce los tempos, la carpintería, la creación de atmósferas y la carnadura de los personajes. Solo un veterano del periodismo callejero es capaz de esa sorna implacable».—Jorge Fernández Díaz (sobre Moscas)
«Txalaparta es una sucesión de puñetazos en el estómago con un tono tan personal que cuando te quieres dar cuenta ya no duelen. El sonido se te ha pegado al estilo y es tarde para salir. Pery es un terrorista de la palabra».—José F. Peláez
¿A qué huele la niebla en esta novela? A maldad. A maldad pura y dura.
Un policía nacional euskaldún —cualidad muy apreciada, por escasa, en el Ministerio del Interior— conocido con el sobrenombre de Txalaparta —por el ritmo y la contundencia con la que golpea a los detenidos—; su hijo, un adolescente militante abertzale; y una madre a la que entre ambos han hecho de su vida un infierno son los protagonistas de esta novela ambientada en la Navarra de los años noventa del siglo pasado.
William Morris es una de las figuras culturales y políticas más importantes de la Inglaterra de finales del siglo xix. Su labor se extendió por la poesía, la pintura, la novela, el grabado, la edición, la decoración y un largo etcétera de «facetas» a las que hay que sumar la de socialista y revolucionario durante las últimas décadas de su vida.
«Sí, lo hice es un libro escrito en estado de gracia, como conducido con mano maestra por un carro de magas que no dejan desfallecer ni por un momento a su autora».—Anna Caballé
«Nos robamos unos a otros sin parar. Las frases, los gustos, los amigos… La fascinación por el otro. Por el otro mejor. De eso va esta novela. Y lo hace de forma brillante y divertida. Como si el espejo se convirtiera en un deseo cumplido. Con algo de misterio y tan trepidante como su escritora, que escribe como si plantara cebollas, y además le salieran amapolas, margaritas, una abeja y tres fresas. Es el libro más actual que he leído este año. Y el más gustoso de leer. Espero que hagan la serie».—Dorotea Parquet
Sí, lo hice es la historia de una divertida obsesión, un thriller lúdico, un impulso que se le va de las manos a su protagonista. Una novela que habla de mujeres de hoy y de sus maneras de vivir, del empeño por escribir bien y llegar a las máximas posibilidades de una misma. Una novela en la que suena la música mientras nos enseña lo que es estar a ambos lados de la realidad sin ponerse de parte de nadie, a la vez que nos muestra el éxito y el fracaso, el triunfo y la frustración, la locura y la cordura.
Victoria Bermejo nació en Barcelona y ha vivido en Valladolid, Nueva York y Berlín.
Es escritora y cineasta, escudriñadora y flâneuse. Y partidaria fehaciente de la diversión profunda.
Escribe al amanecer, realiza vídeos, hace guiones de cine y televisión e imparte talleres literarios y de recuperación de la memoria histórica.